lunes, 14 de noviembre de 2016

La otra cara reseñada por Tulio Hernández en su columna de El Nacional

http://www.el-nacional.com/tulio_hernandez/cara_0_955704616.html

La otra cara

I.
Así se llama la novela. La escribió Manuel Acedo Sucre. La publica Oscar Todtmann Editores. El mismo sello editorial que tuvo el ojo para descubrir que La otra isla de Francisco Suniaga iba a ser un fenómeno. Esa novela que convirtió a Margarita en el gran escenario de una historia con una muerte extraña, un alemán enamorado de los gallos, una bella morena criolla perturbándolo todo y un abogado que, a ritmo y estilo pampatareño, intenta desentrañar el caso. 
 II.
Manuel Acedo hizo su debut en la literatura venezolana a comienzos de esta década 2010. Con una novela de título cáustico –Nosotros todos– que inauguraba una especie de saga sobre la picaresca corrupta en los tiempos chavistianos. 
Solo que en vez de indagar en los corruptos a secas, los de librito, los que contratan desde el Estado una obra de cien millones y se quedan con veinte o venticinco, decidió indagar en la corrupción sofisticada, aquella que parece menos cochina y rudimentaria pero que igual es un trabajo ruin.
La que ofician personajes provenientes de las clases medias y altas que, ya como testaferros, como asesores políticos, embajadores, embaucadores y afines, saben acomodarse en las entrañas del mal que nos agobia y, sin escrúpulos, sin medir las consecuencias de sus actos, logran posiciones de poder discreto, buenas casas, mejores comidas, una vida más que cómoda y una cuenta abultada en algún paraíso fiscal.
III.
La otra cara es una especie de cesta de historias que se bifurcan y se entrecruzan en el tiempo y en el espacio, pero que tienen su origen, como tantas historias reales de nuestras vidas, en un grupo masculino de adolescentes que comparte la escuela secundaria en una ciudad llamada Caracas.
La historia comienza en un bachillerato que parece ser de los años 1960, con una clara relación de los maltratos, eso que ahora conocemos como bullying, a los que es sometido uno de los chicos del grupo –el más atípico y menos dotado para la violencia– y termina en el presente, la segunda década del siglo XXI, radiografiando a otro, uno de los acosadores, ahora convertido en adinerado asesor político de Hugo Chávez. Un miembro venezolano del club de vivianes y charlatanes que, con Monedero y Podemos como modelo, encontró cómo vivir a costa de ese “mango bajito” –así lo llama el vivián– llamado Hugo Chávez.
Si tuviera que simplificarlo diría que el libro es una entomología de un asesor pervertido que pone su mediana inteligencia al servicio de un gobierno totalitario sin mirar ni preocuparse por cuantas personas lesiona, maltrata, humilla, persigue, ofende, somete a privaciones el régimen que asesora. Una radiografía de la maquinaria perversa que construyó el chavismo con una única y clara intención: perpetuarse en el poder. 
Como muy bien lo confiesa el personaje: “Ese mercado, el de los asesores como yo, es del político que busca a alguien que no se detenga en apreciaciones de lo que sea o no sea ético, sino de lo que sirva o no sirva para alcanzar y luego conservar el poder”.
IV.
Pero la novela también es la historia de un sufrido. El contra personaje del exitoso asesor. De alguna manera su víctima. Un sensible, buen fotógrafo y mejor escritor, que nunca llega a descubrirlo y termina siendo un bueno para nada. Incluyendo aquello que bien sabe hacer. 
Hay en este texto tres autores que se confrontan. Uno que quiere contar la historia de Oreja, un perdedor por el que el lector terminará sintiendo simpatía y solidaridad. Otro que, obsesivamente, quiere dar una clase de historia política, un pedagogo; un activista que quiere, y logra, explicar qué es y cómo se mantiene este fenómeno político de un totalitarismo de nuevo signo llamado chavismo. Y un novelista, Manuel Acedo, que quiere armonizar a los otros dos construyendo los puentes para que el lector se desplace a gusto sobre los rieles del relato seductor que define una buena novela.
Dos tiempos quedan retratados, el de los últimos días del militarismo perezjimenista y el de los días actuales, no sabemos si son los últimos, de la peste roja. Del militarismo del siglo XXI.

lunes, 31 de octubre de 2016

Reseña sobre La otra cara en Papel Literario de El Nacional por José Antonio Parra

http://www.el-nacional.com/papel_literario/Paciencia-Manuel-Acedo-Sucre-narrativa_0_947905532.html

La Paciencia: Manuel Acedo Sucre, una narrativa preclara

Manuel Acedo Sucre / Foto Francesca Commissari. Archivo
Manuel Acedo Sucre / Foto Francesca Commissari. Archivo
Una reseña en torno a la nueva novela de este autor, “La otra cara” (2016)
Si algo posee la nueva novela de Manuel Acedo Sucre, La otra cara (Oscar Todtmann Editores, 2016), es preclaridad. En efecto, este texto describe mediante una multitrama con alternancia de planos temporales las vivencias del narrador, un periodista y escritor que lleva a cabo una entrevista a uno de los asesores españoles del chavismo. Así, la historia es hilada desde la infancia de ambos cuando compartieron experiencias en las aulas del colegio al que asistieron.
El perfil del asesor español queda al desnudo de modo que estamos en presencia de un personaje muy malvado que nunca tuvo empacho desde la infancia para vincularse a los grupos de poder y explotar a los más débiles, práctica que por cierto ha sido común en la apuesta política del Socialismo del Siglo XXI, con el agravante de que dicha explotación –tanto de los más débiles como de las mayorías– se realiza en nombre de la igualdad y la justicia social, así como en nombre de una abstracción a la que los cabecillas del régimen nombran “pueblo”, pero que dados los hechos; elecciones del 6D y sondeos recientes de opinión, el “pueblo” madurista no es sino una muy reducida minoría conformada por personas que aprovechan descaradamente las ventajas del poder utilizando todo tipo de prácticas corruptas y deshonestas.
Hay que decir que la narración está muy bien planteada desde el punto de vista de la recreación de anécdotas escolares y en ella queda en evidencia el denominado fenómeno del bullying. El paralelismo entre los eventos escolares pone sobre el tapete el hecho de que el asesor español se vinculaba desde temprano con los pandilleros del colegio y posteriormente con los pandilleros de la política. En este caso léase socialistas del siglo XXI a los que daba recomendaciones cínicas con el solo objeto de que se sostuvieran en el poder por el poder mismo, y no para beneficiar a la gente a través de una gestión de gobierno.
Por otro lado, la construcción del personaje Oreja es de una complejidad y riqueza muy bien lograda; en él toma lugar una profunda trama de la interioridad y a través de él se construye una aguda crítica al nazi fascismo a través del tiempo, bien sea Hitler, Pérez Jiménez, Chávez o Maduro. Este personaje deviene en un escritor atormentado  en el mejor espíritu beatnik, al igual que en una figura de culto luego de su muerte.
Del mismo modo, el ambiente universitario en torno a los personajes que han funcionado como asesores del chavismo y del madurismo está muy bien representado. En este caso estamos en presencia de profesores que a sabiendas de la inviabilidad de un modelo económico recomendaron venderlo y propagarlo a costa de la bonanza petrolera experimentada por el chavismo, pero sin ningún ápice de criterio de realidad. Las consecuencias están a la vista de cualquiera en el planeta entero.
A nivel estructural el artefacto está genialmente configurado en el sentido de que el texto de contraportada funciona como detonante de una poderosa intriga que va deviniendo de manera vertiginosa a todo lo largo del relato. De hecho, en este devenir de eventos, el lector se hallará frente a una mixtura emocional muy potente que llega a un intenso clímax justo al final de las sesiones de entrevistas con el asesor español. En lo particular me dio la impresión de estar escuchando la pieza de los Rolling Stones, Simpatía por el diablo,debido a lo literalmente diabólico del personaje.
El lenguaje utilizado por Acedo Sucre posee una naturalidad que me atrevería nombrar como glamorosa y que sin embargo resulta muy sencilla y eficaz a la hora de hacer el planteamiento central de la novela, al igual que dejar en la mente del lector la llave de oro que podría permitir la toma de conciencia para salir de este atolladero que ha sido el Socialismo del Siglo XXI, una apuesta donde confluyen neocomunismo y nazismo en sus formas más violentas, cínicas y violadoras de derechos humanos. Acedo Sucre es hoy por hoy uno de los escritores más densos e inteligentes de nuestro panorama.

La otra cara
Manuel Acedo Sucre
Oscar Todtmann Editores
Caracas, 2016

martes, 18 de octubre de 2016

Entrevista al autor en El Universal


ENTREVISTA // Manuel Acedo Sucre

"Hoy en día no se puede escribir de forma aséptica"

El escritor y abogado Manuel Acedo Sucre presenta su tercera novela "La otra cara".
El asesor político César Requena habló. Y lo hizo ante un periodista exiliado en Miami porque estaba dispuesto a lanzar sus cartas sobre la mesa. Dijo la verdad sobre su trabajo, sobre su desapego, sobre su encargo, sobre lo que fue, en fin, su contrato como voz susurrante tras los oídos del difunto expresidente Hugo Chávez Frías. Aunque luego intentó detener la publicación de la entrevista, afirmó en las primeras horas del encuentro que confiaba en su entrevistador y en lo que este hiciera con el resultado de aquella reunión. César Requena, sin embargo, no existe. El relato, cobijado en el contexto de la realidad venezolana, es una ficción que pretende hablar sobre los victimarios sin castigo, escrita por el abogado venezolano Manuel Acedo Sucre.
La otra cara, tercera novela del jurista de 58 años, se aferra a las referencias políticas actuales, pero el autor no tiene intenciones de recrear un caso de la vida real. La otra cara es, en verdad, un libro de dos rostros que Acedo Sucre muestra de forma paralela. El lector se zambulle en la entrevista cuando, repentinamente, una voz en prosa continua narra evocaciones de la infancia protagonizadas por un niño llamado Oreja, víctima de acoso escolar.
-Los personajes son seres ficticios que están ambientados en una realidad que se impone, que es muy fuerte, está a la vista de todos y no se puede ignorar. En esa realidad está el gobierno de Hugo Chávez, el de Nicolás Maduro, y cómo estos gobiernos han incidido en la vida personal de la gente. Creo que hoy en día no se puede escribir nada contemporáneo de forma aséptica, ni escribir completamente divorciado de lo que está pasando.
-¿Por qué decidió usar el recurso de la entrevista para contar su historia?
-El libro tiene una parte de denuncia sobre lo que son ciertas asesorías políticas y por otro lado hay una historia personal. Esta denuncia es difícil de expresar en una trama lineal, por decirlo así, porque creo que haría la novela muy fastidiosa. Desde luego que la novela no es solamente la denuncia, hay muchas otras cosas allí.
-Como la historia del chico víctima de bullying. ¿Con qué objetivo creó el paralelismo entre la entrevista al político y el relato de Oreja?
-Con los planos paralelos quise narrar cómo circunstancias personales, que arrancan en la infancia, modelan de alguna manera el resto de la vida y van dejando consecuencias y colorean la historia de los personajes. Creo que hay mucha gente actuando en áreas que en definitiva causan daño: personal, social, político. Y nadie los hace responsables. Esta novela trata sobre estas responsabilidades que nadie atiende y que dejan secuelas. 
Carpetas, documentos, libros. El escritorio está rebosado. La saturación de papeles parece comerse el lugar. Abogado desde los 23 años, Acedo Sucre sigue en pleno ejercicio de su profesión, especializado en casos financieros, pero consigue en la escritura el cauce para sus intereses políticos desde la butaca del observador. 
-Siempre me ha interesado la política, pero no como practicante sino como fenómeno social. Y no me gusta quedarme callado sobre lo que pienso.
-¿De dónde proviene su interés por la política?
-En mi familia siempre ha existido un interés particular por la política, y en las distintas generaciones siempre alguien caía preso o era víctima de algún tipo de persecución. Mi papá estuvo preso en los últimos días de Pérez Jiménez. 
-¿Tuvo contacto con un asesor político o investigó al respecto para escribir la novela?
-No fue algo deliberado. Fue un tema que siempre llamó mi atención y que además lo he visto un poco en práctica a nivel de negocios. Quizá incluso sea peor en ese caso, porque encuentras personas que ven el mundo de una forma terrible, sólo les interesa el dinero.
-¿Cómo puede un autor evitar pasar la delgada línea entre la escritura de temas políticos y los libros panfletarios?
-Creo que depende un poco de la profundidad del análisis, de la seriedad con la que se tome la cuestión el autor, de no defender a ultranza a un personaje político o una tendencia política, hay que tener una visión balanceada, y creo que también se trata de no decir lo que la gente espera. Hay que decir cosas que no se han dicho antes

domingo, 16 de octubre de 2016

Nota editorial de Gentiuno sobre La otra cara

http://www.gentiuno.com/05/10/2016/la-otra-cara-titulo-con-el-que-el-novelista-manuel-acedo-sucre-seduce/

“La otra cara” título con el que el novelista Manuel Acedo Sucre seduce

5 de octubre de 2016
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Manuel Acedo Sucre cerrando casi este difícil año 2016 trae al público y la crítica su última novela que titula: “La otra cara”.
La obra se presentará en el marco de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo el 23 de octubre a las 12 del mediodía con palabras de Ricardo Ramírez Requena, quien además se paseará por las dos novelas anteriores “Nosotros todos” y “La Misa”. 
Ya para presentarla en Caracas está definido que será el jueves 3 de noviembre en la Sala Experimental del Centro de Cultura Chacao a las 7pm.
La trama de tan apasionante novela se teje partiendo de un personaje, un periodista venezolano exiliado en Miami, que entrevista a César Requena, uno de los asesores del difunto Hugo Chávez. Hechos cotidianos en un difícil tiempo.
Manuel Acedo Sucre cimienta su novela partiendo de esa entrevista y con ella retrata y analiza el derrumbe del régimen actual venezolano y la influencia que ejercen los asesores españoles en este contexto, mientras teje una historia que enlaza al periodista con Requena y otro de los personajes, el Oreja, un escritor deslucido de destino trágico y que de alguna manera representa una metáfora de lo acontecido en el país en los últimos 17 años.
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Manuel Acedo Sucre es abogado y un exitoso novelista. Ha publicado con Oscar Todtmann editores “Nosotros Todos” que cuenta con 4 ediciones, y “La misa”. Ahora este nuevo trabajo también editado por Oscar Todtmann editores lleva consigo elementos que nos permiten vaticinar su éxito. 
la-otra-cara-5De “La otra cara” dice Luna Benítez “…que deja muy claro el mundillo fangoso y corrupto de los asesores criollos y foráneos”, y complementa esto lo que el propio autor señala: “Vivimos tiempos difíciles y muchos escritores no la tienen fácil. Es imposible no extraer detalles de la realidad, de gente concreta, para verterlos en los personajes”

Manuel Acedo Sucre no titubea al precisar que en “La otra cara” conviven vilezas y culpas. Y que al hurgar en el lado oscuro de las asesorías políticas internacionales y el daño a Venezuela, se desnuda una tragedia, la tragedia real que en las cuartillas escritas se borda como una entrevista ficticia… 

Entrevista a un personaje muy complicado, que el autor describe “muy exitoso como asesor político y esa entrevista se va entrelazando con aspectos de la vida pasada de ambos, tanto del entrevistado como del entrevistador. Hay una tercera persona que es víctima de todo lo que se desarrolla en esa historia paralela. Así que, por un lado está la entrevista, donde ambos chocan durante el proceso pues sus posiciones son muy distintas; por otro lado está ese pasado interesante, fuerte, que ayuda a llevar el libro hacia un final donde termina por mezclarse todo…”

Tentador tema, que pocos podrán no ser seducidos por él

Una Nota Informativa desde nuestra Mesa de Redacción

viernes, 16 de septiembre de 2016

Entrevista de Macky Arenas en el ABC de la Semana al autor de La otra cara

La entrevista puede verse en el siguiente enlace: http://www.abcdelasemana.com/2016/09/16/el-abc-de-manuel-acedo-sucre-abogado-y-novelista-hay-un-rechazo-brutal-hacia-el-regimen-e-irreprimibles-deseos-de-cambio/



El ABC de Manuel Acedo Sucre/ abogado y novelista
“Hay un rechazo brutal hacia el régimen e irreprimibles deseos de cambio”


La sociedad no se ha acostumbrado a que existen responsabilidades que deben reclamarse. Es una lástima no darse cuenta de que el país de los 40 años de democracia, es el mismo país de los primeros 50 años del siglo XX. Vivimos tiempos difíciles y muchos escritores no la tienen fácil. Es imposible no extraer detalles de la realidad, de gente concreta, para verterlos en los personajes, señala el escritor.
MACKY ARENAS  
Abogado, egresado de la Universidad Central de Venezuela. Escritor de las novelas:“Nosotros todos”, “La Misa” y “La otra cara”. Comenzó a escribir por una circunstancia fortuita, tras ser sometido a una intervención quirúrgica que lo puso fuera de combate durante un mes, sin imaginar que luego de sus publicaciones su primera novela “Nosotros todos” fuese todo un éxito editorial y se lograra vender en menos de dos años cinco mil ejemplares. Esto fue lo que nos dijo para los lectores de ABC de la Semana.
“Un país puede tener una bonanza increíble como la tuvo Venezuela y no pasa por lo que hemos pasado”
“Un país puede tener una bonanza increíble como la tuvo Venezuela y no pasa por lo que hemos pasado”
_  ¿A qué atribuyes el éxito de la novela “Nosotros todos”?
_ Es básicamente satírica. Se burla de la situación política actual en Venezuela, de los enchufados, del bolivarianismo extremo, ambientada desde luego, en la Caracas del 2012. En realidad, son muy distintas las tres. La segunda “La Misa” también tiene bastante de humor y muchas historias personales que la hacen atractiva y entretenida. “La Otra Cara” es más de contenido político, más seria aunque no deja de ser ficción y no deja de ser novela.
_ Cada una tiene su “anzuelo”…
_ La literatura en general tiene distintos ganchos hacia el público que van desde, en el caso de la poesía, la belleza  del lenguaje hasta contenidos que lo hacen a uno reír,  pensar,  reflexionar,  sentir fuerte.
_ ¿Qué tiene de especial tu novela más reciente?
_ Quizá la forma no es la usual. Es una entrevista ficticia a un personaje muy complicado, que ha sido muy exitoso como asesor político y esa entrevista se va entrelazando con aspectos de la vida pasada de ambos, tanto del entrevistado como del entrevistador. Hay una tercera persona que es víctima de todo lo que se desarrolla en esa historia paralela. Así que, por un lado está la entrevista, donde  ambos chocan durante  el proceso pues sus posiciones son muy distintas; por otro lado está ese pasado interesante, fuerte, que ayuda a llevar el libro hacia un final donde termina por mezclarse todo.
_ Luego de “Nosotros todos” apareció “La Misa” …
_ Sí, hay que puntualizar que no es una novela religiosa, solo que el móvil para narrar los hechos es una misa de bodas en Caracas donde se entrelazan las historias de varios de los asistentes. Al final todo se unifica. Esa novela también se agotó y debe estar por salir la segunda edición. Finalmente, una tercera novela, “La otra cara”, que ya está en las librerías y andamos en el proceso de darla a conocer.
_ En estos tiempos aciagos no a todos les gusta escribir sobre nuestros problemas cotidianos. Más bien se busca evadirlos. Tú escribes sobre todo este jaleo en que estamos metidos los venezolanos y si eres exitoso, vendes. Exhibes gran facilidad para entrelazar historias, lo cual es un arte…
_ Vivimos tiempos difíciles y muchos escritores no la tienen fácil. Editar un libro representa un costo que no todo el mundo logra enfrentar. Hay muchos riesgos y el esfuerzo para importar insumos, tinta, papel, es grande y a la hora de venderlo cuesta caro. Además, vivimos en un sistema político intolerante y los autores corren riesgos cuando publican. Es difícil. Pero, por otro lado, la realidad venezolana es tan particular, complicada, cambiante e influyente en la vida de cada quien, que resulta una gran fuente de inspiración. Las historias que uno escucha en la calle, en la familia, entre los amigos, es lo que nos hace únicos en relación a lo que ocurre en otros países.
FICCIÓN Y REALIDAD
_ Esas historias te sirven para lanzar duros señalamientos y acusaciones…
nosotros-todos-portada
_ Es cierto, vivimos en una sociedad donde la gente aún no se ha acostumbrado a que existen responsabilidades que deben reclamarse. Cuando Hitler asesina a millones de judíos y desencadena una guerra terrible que acaba con Europa-incluidas zonas de Asia cuando se involucra Japón- para el mundo era claramente el culpable de aquella atrocidad.  Cuando un jefe de gobierno impone políticas que matan de hambre a la gente, porque destruye el aparato productivo de un país, ése señor es responsable. Pero hay que entender por qué pasan las cosas e identificar los responsables. Y no me refiero sólo a los líderes políticos, sino a todo un sistema y creo que en la novela se ve un poco eso.
_  De lo que leí, deduzco una interpelación muy fuerte a la complicidad. No sé si era  tu intención pero a mí me quedó claro…
_ Sin duda es parte del libro, busco hacer entender el tipo de gente que puede llevar a estas situaciones, el cinismo con que actúan, las complicidades de que se sirven. Y eso se ve hasta dentro del mundo académico. Es muy fácil para un profesor, sentado en una poltrona en una universidad europea, proclamar que se solidariza con alguno de estos regímenes, supuestamente de izquierda, pero que en realidad son totalitarios.  Es cómodo, desde allá, ayudar a diseñar las políticas de estos regímenes de los cuales reciben, directa e indirectamente, bastante dinero. Ocurre que se trata de académicos caducos, que no tienen nada que decir en sus propias universidades porque ya las ideas y los avances de la política se los llevaron por delante, pero de repente resucitan en estos países y causan un daño terrible. Pero nadie los tiene por responsables de lo que pasa.  De manera que, sí, hay un poco de ese tipo de acusaciones en la novela.
_ Obviamente, estos personajes son ficticios, pero ¿te inspiraste en alguno real?
_   Es imposible no extraer detalles de la realidad, de gente concreta, para verterlos en los personajes. Pero no se trata de retratar a alguien en particular. Perdería el elemento de ficción que es tan importante en la novela.
_ Nosotros hemos sido criados en el mismo país, en la misma época y en ambientes parecidos. Estudiamos en el exterior, regresamos y no queremos irnos.  Sin embargo, ¡hay tantos que se van o quisieran hacerlo argumentando cualquier cosa!
_ Las cosas hay que verlas desde el otro punto de vista. No es cualquier cosa, por ejemplo, que te secuestren o te veas en una situación de peligro desde el punto de vista de tu seguridad personal.  No critico a quienes toman esa decisión pues entiendo que la cosa no es fácil. Pero pienso que es una falta de perspectiva. Nosotros vivimos en el país de la etapa democrática donde había paz, libertad, se podía estudiar. Había problemas, había fallas, pero la gente no se moría de hambre. Sin embargo, ese país que conocimos fue producto igualmente de una cantidad de convulsiones anteriores. Nuestros abuelos y bisabuelos vivieron momentos de dictaduras, de desastres económicos, tuvieron que luchar, fueron presos algunos de ellos. Creo que esto que estamos viviendo ahora pasará y es una lástima no darse cuenta de que el país de los 40 años de democracia es el mismo país de los primeros 50 años del siglo XX, que pasó por todo tipo de cosas.  Y es el mismo país que tenemos ahora, sólo que está aflorando lo peor de un sistema político que ha causado un daño tremendo. Pero es la misma Venezuela y uno tiene que pensar que los recursos que  tuvo el país en los momentos buenos están aún allí, los mismos que se pondrán en movimiento y rendirán sus frutos en otra realidad política que creo viene pronto.
_ ¿Crees que esa postura tuya tan clara resulta de haber tenido padres que lucharon por lo que obtuvieron mientras quienes se van crecieron en tiempos de vacas gordas al igual que sus padres?
_ Es posible que sea así. En mi caso particular, mi familia registra tres generaciones en que hubo, en cada una de ellas, al menos un preso político por sus ideas. Mi propio padre estuvo preso durante la dictadura de Pérez Jiménez. Por cierto, que en la novela hay un segmento que emula un poco la situación de mi padre, aunque no exactamente. Pero fue hecho preso por firmar un manifiesto contra el régimen. Gracias a Dios fue pocos días antes de la caída de la dictadura y lo liberaron el 23 de Enero. Pero eso, efectivamente, es un ejemplo para uno. Fue un abogado, empresario y escribió sobre temas de Derecho. También una defensa de Eugenio Mendoza a propósito de una cantidad de ataques de los que fue objeto.
_ Volviendo al tema, lo que describes en tus libros revela que sigues la política con gran interés…
_ No soy político ni me desempeño en ese mundo, pero me gusta y soy un atento observador de la dinámica política: Nos ha afectado tanto en estos últimos años que resulta imposible sustraerse a ella.
_ ¿Piensas que estamos en un momento de cambios o será que nos hemos habituado a una turbulencia tras otra?
_ Se están dando unas circunstancias muy particulares.  Cuando Chávez llegó al poder lo hizo acompañado de una bonanza petrolera espectacular que, de alguna manera, tapaba los errores que cometía y el proceso de destrucción que avanzaba en la economía y en la política. La gente piensa que el fenómeno de la escasez es nuevo; es verdad que ahora está muy acentuado, pero es consecuencia directa de las políticas que Chávez impuso mientras gobernó.  Hubo momentos en que uno pensaba que no era posible ser popular, pero Chávez lo era, cabalgando sobre la bonanza petrolera.  Era un caudillo, un líder con arrastre y su relación con las masas era asombrosa.  Ahora ya no está Chávez, la bonanza se extinguió y nos gobierna un presidente bastante torpe, por decir lo menos, lo que permite apreciar los resultados de esas políticas de una manera trágica, en hambre, miseria, problemas para conseguir medicinas y todo tipo de dificultades que están a la vista. Esa confluencia de factores parece terminal.  La respuesta de la gente es clarísima: un rechazo brutal hacia el régimen y unos irreprimibles deseos de cambio.
manuel-acedo
“Nosotros vivimos en el país de la etapa democrática donde había paz, libertad, se podía estudiar”.
LA SOLUCIÓN
_ Con Chávez ya comenzaba ese rechazo…
_ Sí, pero era básicamente de parte de un sector del país que se veía especialmente afectado por sus políticas. Pero ahora es una rebelión casi que generalizada pues es muy poca la gente que está de acuerdo con las barbaridades del gobierno y sus consecuencias. Estoy seguro de que eso es imparable, independientemente de si este año hay o no Revocatorio. Está en marcha un movimiento que no tiene otra desembocadura que la renuncia o el término del gobierno. 
_ ¿Nos recuperamos con facilidad como país?
_ Pienso que sí. Hay gente que piensa que es tal el nivel de destrucción que será imposible remontar rápidamente. Tal vez no sea sencillo recuperar completamente lo que teníamos, pero la Economía es algo que opera bien si la maneja la gente idónea y se aplican las políticas correctas.
_ ¿Cómo nos hemos dejado humillar tanto si siempre dijimos que éramos un país de mucho cacique y poco indio?
_ La respuesta no es fácil y algo de eso abordo en uno de mis libros. Creo que ha sido, simplemente, una mezcla terrible de circunstancias. Un país puede tener una bonanza increíble como la tuvo Venezuela y no pasa por lo que hemos pasado; puede tener un líder nefasto y no pasa lo que a nosotros. Pero cuando combinas esas dos cosas con el hecho de que mucho no estaba funcionando bien en la democracia, logras un resultado bastante complicado de desmontar.
_¿Ayudó el hecho de que líderes democráticos, preparados para gerenciar esto con mayor pericia, estuvieran tan deteriorados para el momento en que el chavismo dio el zarpazo, cobijado en esa mezcla de factores?
_ Sin duda. Es terrible. Nada más piensa que en las elecciones en que compitió Chávez por primera vez por la presidencia tuvimos un líder caduco y una reina de belleza no calificada para la responsabilidad. Por otro lado, sí hubo un líder emergente, con credenciales y méritos por la labor que lo precedía en el centro del país como gobernador pero que, a mi manera de ver, intentó distanciarse de la política tradicional, diferenciarse de los partidos y, de alguna manera, actuaba en solitario. Todas esas contingencias abonaron el terreno para que un tipo como Chávez, arropado por ese descontento que se percibía con el sistema democrático, pudiera llegar. No obstante, no critico tanto a los líderes de oposición actuales pues les tocó enfrentarse a un fenómeno político inédito. No estoy seguro de que otro líder habría manejado esto de otra forma. Es verdad que uno se sorprende cuando observa, en el espectro de noticias, más que las decisiones importantes que toman como oposición, las peleas entre ellos. Pero hemos tenido momentos bien importantes en los que sí han estado juntos y esos son los que hay que potenciar.

Distribución de la novela

Ya La otra cara se encuentra en las principales librerías de Caracas y del interior del país, incluyendo las cadenas Tecniciencia y Librerías de Nacho

lunes, 29 de agosto de 2016

La Otra cara ya se encuentra disponible en las siguientes librerías de Caracas:  El Buscón, Entrelibros, Kalathos, Noctua, Lugar Común, Vizcaya y American Bookshop. En los próximos días estará también en las librerías Tecniciencia, Nacho y las antiguas Alejandría, entre otras, además de en las principales librerías del interior.

Para quienes se encuentren fuera de Venezuela o prefieran el formato electrónico, el libro también está disponible en Amazon, tanto en físico como en versión Kindle.